A finales del siglo XIX, botones, teclados, bolas de billar, mangos y otros objetos se hacían con materiales naturales como concha, hueso o marfil. Como eran muy caros, en 1863 el inventor John Wesley Hyatt creó un material nuevo, el celuloide. Ese material artificial se producía añadiendo productos químicos a las fibras de algodón y fue el primer tipo de plástico.
En 1909 un químico de Nueva York inventó el primer plástico químico auténtico. Leo Baekeland descubrió que su viscosa mezcla se podía moldear y se endurecía al calentarla. Se bautizó con el nombre de baquelita y fué el primer plástico totalmente sintético de la historia, fue la primera de una serie de resinas sintéticas que revolucionaron la tecnología moderna iniciando la «era del plástico». A lo largo del siglo XX el uso del plástico se hizo extremadamente popular y llegó a sustituir a otros materiales tanto en el ámbito doméstico, como industrial y comercial.