El ingeniero alemán Karl Benz inventó el automóvil de gasolina en 1885. Años atrás, en 1859, se había inventado el motor de combustión interna y Benz lo aplicó a un práctico vehículo motorizado. El primer viaje largo en un automóvil lo realizó Bertha Benz en 1888, al ir de Mannheim a Pforzheim, ciudades separadas entre sí por unos 105 km. Cabe destacar que fue un hito en la automovilística antigua, dado que un automóvil de esta época tenía como velocidad máxima unos 20 km/h, gastaba muchísimo más combustible de lo que gasta ahora un vehículo a esa misma velocidad y la gasolina se compraba en farmacias, donde no estaba disponible en grandes cantidades.
Los primeros automóviles circulaban muy despacio y los pasajeros iban sentados muy arriba y a la intemperie. Estos coches eran caros y hasta 1910, cuando Henry Ford empezó a producir coches en serie en Estados Unidos, eran pocos los que podían permitirse comprar uno.