Uno de los primeros trenes de pasajeros a vapor fue construido por el ingeniero británico George Stephenson en 1825. Su locomotora Locomotion tiraba de cinco vagones en la línea de Stockton a Darlington, en Inglaterra.
Sólo alcanzaba los 24 km/h pero era mucho más rápido que los anteriores trenes, que eran simples vagones sobre raíles de hierro tirados por caballos.