Las cuevas o cavernas son agujeros en la superficie de la tierra hechas por las fuerzas de la naturaleza.
Las cuevas marinas se formaron por el golpeteo constante del mar contra las grandes rocas de la costa. Este continuo desgastamiento durante miles de años es lo que ahueca y forma una cueva. La Gruta Azul en la Isla de Capri en Italia es probablemente la cueva marina más conocida.
Las cuevas de piedra caliza o dolomita se formaron cuando el agua se filtraba por las grietas de las montañas, disolviendo la roca calcárea lo que formó agujeros y túneles. Al paso de miles de años estos agujeros se volvieron más y más grandes.
Los huecos se llenaron de agua y de corrientes subterráneas que ayudaron a disolver aún más las paredes de piedra. Las cavernas de Carlsbad en Nuevo México, las cavernas de Luray en Virginia, y la Cueva del Mamut en Kentucky son algunas de las cuevas de piedra caliza más conocidas.
Las cuevas de origen volcánico se formaron cuando la lava caliente de los volcanes se endurecía en la superficie de la tierra mientras el flujo de lava líquida aún corría en el interior. Esto dejó túneles con una capa de lava como techo.
Mammoth Cave (cueva del mamut), es la cueva más extensa del mundo, incluso cuenta con ríos, cascadas y dos lagos ¡a lo largo de sus 141.77 millas de longitud!