Es aquella en que se cultiva sin productos químicos artificiales. Los agricultores ecológicos utilizan como fertilizante compost y estiércol de animales de granja. Además, permiten que crezcan flores silvestres en sus campos porque atraen a insectos útiles que se alimentan de los bichos que destruyen los cultivos. Los agricultores ecológicos también evitan las plagas sembrando plantas olorosas, como el ajo, o rociando insecticidas naturales, como el aceite amargo del árbol de nim.