Los primeros sistemas para cruzar vías de agua eran troncos tendidos sobre el curso, pero no podían salvar ríos anchos. Los primeros puentes de losas se construyeron en 2000 a. C. Se apilaban losas de piedra en el lecho del río para formar pilares y se tendían losas alargadas que cubrían los huecos abriendo un camino por encima del agua.