El 15 de enero de 2010 los habitantes de Asia y África tuvieron la oportunidad de ser testigos de un fenómeno astronómico único en su tipo: un eclipse anular particularmente largo. Cuando éste ocurre, el cielo no se oscurece por completo, sino que la Luna, en su fase creciente, se desplaza de tal manera que el Sol proyecta la sombra de su silueta, provocando así la nítida imagen de un anillo luminoso.
Durante 11 minutos y ocho segundos, los afortunados espectadores de este suceso pudieron contemplar un anillo de luz de casi 300 kilómetros de ancho, aunque para todos aquellos que no pudieron ser testigos del espectáculo solar, el observatorio de la ciudad de Hong Kong lo transmitió en vivo desde su página web. Los astrónomos han considerado este fenómeno como el eclipse más largo del tercer milenio, y no se apreciará uno similar en nuestro planeta hasta diciembre de 3043.