El tango en la Argentina tiene una historia compleja y los orígenes exactos del nombre y de la danza son inciertos.
Sin embargo, una cosa cierta es que el origen del tango estuvo muy influido por la cultura africana a principios del siglo XIX. Los esclavos africanos fueron llevados a la Argentina en la década de 1770 para servir ya sea como empleados domésticos en los hogares argentinos o, para realizar trabajos forzados en las haciendas. La esclavitud fue finalmente abolida en la Argentina en 1853. Un censo realizado en el país en 1778 registró que el 30% de las personas que vivían en ese entonces en Buenos Aires eran de origen africano.
En consecuencia, el tango en la Argentina llegó a referirse a ese lugar de encuentro donde los esclavos ya libres y los no libres se reunían para bailar.
El tango evolucionó para reflejar la creciente diversidad de la danza y la música debido a la afluencia de inmigrantes que llegaron al país a finales del siglo 18 y principios del 19. El tango se bailaba principalmente por los individuos de las familias pobres que habían emigrado a la Argentina con la esperanza de progresar y recaudar el dinero suficiente para traer a sus familias con ellos.
La separación de las esposas y parejas sentimentales durante su estadía en la Argentina fue un elemento clave del tango que destiló pasión, deseo desesperado e insinuaciones sexuales. El tango primitivo fue acompañado por una mezcla de los ritmos de los tambores africanos con las melodías españolas e italianas. Mientras el acompañamiento musical fue evolucionando, un instrumento conocido como bandoneón (un tipo de acordeón pequeño) se introdujo convirtiéndose en un elemento clave del sonido de Tango.
Está escrito que los lugares donde se practicaba el tango, también asistían jóvenes, pobres, hombres indígenas de la Argentina que finalmente llevaron el baile de nuevo a la zona del matadero de Buenos Aires, donde fue introducido a los locales de baile más pobres y a los bares y burdeles. Fue en este punto que la danza evolucionó para incluir música de milonga argentina, que es una polka de ritmo rápido. Por lo tanto los pasos y el ritmo de la danza se aceleraron.
Como era de esperar, la alta sociedad argentina despreció el tango y quienes lo bailaban. El baile fue considerado vulgar y de mal gusto - en particular en vista de sus vínculos con los burdeles y prostitutas. Sin embargo, algunos de los hijos de esas familias acaudaladas gustaron del tango y a principios del siglo XX el baile ya había sido casi aceptado por todas las clases sociales y luego llevado a París donde se dio a conocer al resto del mundo.
En el siglo 20 el baile se convirtió en un éxito internacional con personas en Nueva York, París y Londres que eran cautivados por esta innovación emocionante. 1913 llegó a ser conocido como el año del tango y cuando regresó a la Argentina lo hizo como un éxito mundial refinado.
Incluso la alta sociedad argentina llegó a ver esta bello baile con amor y orgullo nacional.
Argentina siempre será famosa por el tango, ¡y qué mejor que visitar esta gran nación y disfrutar del tango bailado en su país de nacimiento!