La mayoría de la gente, en algún momento de su vida, llega a tener miedo de algún tipo. Eso es natural. Pero las personas que tienen un miedo que se queda con ellos constantemente, o que siempre regresa una y otra vez, se dice que sufren una fobia.
Las fobias pueden ser los temores irracionales de ciertos lugares, ciertas situaciones, o de ciertos objetos. Ejemplos de algunas fobias son:
Acrofobia - el miedo a los lugares altos (edificios altos o cimas de las montañas o puentes elevados)
Agorafobia - el miedo a los grandes espacios abiertos
Ailurofobia - el miedo a los gatos
Claustrofobia - el temor a encontrarse en lugares cerrados (ascensores o habitaciones pequeñas)
Eritrofobia - el temor a ruborizarse
Hidrofobia - el miedo al agua
Misofobia - el miedo a la suciedad
Nictofobia - el miedo a la oscuridad (noche)
Zoofobia - el miedo a los animales
Sigmund Freud, el fundador del psicoanálisis, explicó a las fobias como el residuo de ciertos traumas o temores de la infancia de una persona, a pesar de que estos eventos traumáticos podían haber sido ya olvidados.
Generalmente, los médicos son capaces de tratar a las personas con fobias, ayudándoles a recordar el incidente original que produjo el miedo en primer lugar.