Cuando los antiguos griegos, veían a los atletas competir en eventos deportivos, pensaban que los movimientos ondulantes de los músculos de un hombre se parecían a un pequeño ratón corriendo arriba y abajo bajo la piel.
Esta idea fue transmitida a los antiguos romanos, que acuñaron la palabra musculus, "ratoncito".
¡Este término llegó a ser nuestro palabra para músculo!
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