La corteza de color rojizo-marrón, que a menudo se forma en los objetos de hierro y acero proviene de los cambios que tienen lugar en la superficie exterior del propio metal. Esta corteza, llamada herrumbre, se forma por la mezcla de metal con el oxígeno del agua en el aire.
Cuando la humedad del aire, o de cualquier otro lugar, llega a un objeto de hierro, el oxígeno en el agua se combina con los átomos de hierro para formar moléculas de un compuesto llamado óxido de hierro.
Las partículas de óxido de hierro permanecen suspendidas en el agua, pero cuando la humedad del objeto se evapora, las partículas permanecen, formando una capa de color rojizo en la superficie del metal. Sin la presencia de agua, los objetos no se pueden oxidar.
Otros metales aparte del hierro y el acero se oxidan también cuando se exponen a la humedad, pero no todo óxido es de "color rojizo." Por ejemplo, cuando el cobre o el bronce se oxidan se ponen verdosos. A la corteza verde se le llama pátina.
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