Suena como ciencia ficción, pero no lo es: Etiquetas RFID son accionadas por señales eléctricas convertidas de las ondas electromagnéticas emitidas por un sensor cercano (torres de telefonía móvil, Wi-Fi o antenas de televisión).
Los ingenieros en Nokia admiten que no es mucha la electricidad que se consigue de esta manera, pero será la suficiente para que la batería de un teléfono móvil no se descargue rápidamente, y también, para que el aparato se vaya cargando lentamente mientras esté apagado.
Los prototipos actuales sólo recogen alrededor de 5 milivatios, una energía inutilizable por ahora, por lo que científicos y expertos de la industria no esperan que la tecnología madure a un punto como lo quiere Nokia, por lo menos en el futuro cercano. Pero los investigadores de la compañía están más optimistas: ‘‘Estamos seguros que tendremos esta tecnología como un producto comercial dentro de tres a cuatro años’’.
Si creemos a lo que dice Nokia, será un producto fascinante: quizá no como un mecanismo de carga primario, sino como un prolongador de la vida de la batería.
10 de junio 2009