Se detecta la Atmósfera de un planeta fuera del sistema solar

Dos equipos separados de científicos reportaron que por primera vez se detectó la presencia de atmósfera en planetas fuera de nuestro sistema solar.

Los dos estudios, abren una nueva frontera en el estudio de exoplanetas, que son cuerpos celestiales muy difíciles de detectar que orbitan en estrellas más allá de nuestro sistema solar.

Alrededor de 300 exoplanetas (algunos de los cuales tienen condiciones similares a esas que dieron vida en la Tierra) se han identificado, aunque los astrónomos piensan que hay todavía muchos de ellos que esperan ser descubiertos.

Hasta ahora todo lo que se conoce de la atmósfera de los exo-planetas viene de información recolectada por el Telescopio Espacial Infrarrojo Spitzer.

Pero el Spitzer muy pronto se quedará sin los criogénicos necesarios para mantener sus instrumentos fríos, limitando severamente sus capacidades.

Uno de los equipos estudió un planeta masivo muchas veces el tamaño de la Tierra llamado OGLE-TR-56b, uno del tipo llamado "Júpiter caliente."

Los planetas de este tipo son masivos (varias veces el tamaño de la Tierra) que orbitan muy cerca de sus estrellas. Debido a tal cercanía, se cree que son los suficientemente calientes para emitir radiación en los espectros óptico e infrarrojo que pueden ser visibles desde la Tierra.

"El planeta mencionado emite una gran cantidad de calor en su atmósfera", dijo la co-autora del estudio Mercedes Lozez-Morales del Carnegie Institution en Washington D.C.

Sumado a ésto, debe haber una noche clara y calma en la Tierra en orden de medir de manera precisa las diferencias en la emisiones termales cuando el exoplaneta es eclipsado al ocultarse detrás de su estrella.

"El eclipse nos permite separar las emisiones del planeta de aquellas de la estrella," dijo la investigadora.

Se hicieron dos observaciones a OGLE-TR-56b el pasado verano, en una se usó el VLT (Very Large Telescope) Europeo, y otra se utilizó el propio telescopio del Carnegie, el Magellan-Baade, ambos en Chile.

"El planeta brilla en un tono rojo caliente como el quemador de una estufa," dijo el autor encargado, David Sing, del Instituto Astrofísico de París.