El panda de nueve años, Gu-gu, mordió al hombre en sus piernas, pero fue apartado por un trabajador del zoo con una escoba.
El hombre, que brincó al confinamiento del panda para devolverle el juguete a un niño que éste había arrojado, fue llevado a un hospital para administrarle una inyección antirrábica, donde se dijo, afortunadamente, que sus heridas eran superficiales.
Ésta no fue la primera vez que Gu-gu muerde a alguien.
Ya dos veces antes ha atacado a personas que han penetrado a su refugio, una de las cuales fue a un borracho y la otra fue a un simple curioso.
Los científicos estiman que menos de 2000 pandas gigantes viven en estado natural en China.
Fuente: Reuters