El Canal de Suez

   Hasta que se construyo el canal de Suez, Asia y África estaban unidas por un istmo de 160 kilómetros de anchura. El canal de Suez, que permite a los buques pasar del mar Rojo al Mediterráneo (y viceversa) ha aislado entre si a los continentes africano y asiático.
   Es un canal artificial a nivel -es decir, sin esclusas- que corta el istmo de Suez y, por tanto, separa África de Asia y enlaza directamente los mares Mediterraneo y Rojo. Su longitud total es de 164 kilómetros y su anchura oscila en la superficie entre 80 y 135 metros. A lo largo del mismo existen varios muelles, con dársena incluida, que permiten que se crucen los grandes navíos, sobre todo los grandes petroleros que se dirigen a Extremo Oriente. La idea de construir un canal en el istmo de Suez se remonta a la época de los faraones, pero fue el ingeniero francés Fernando de Lesseps quien, tras interesar a Napoleón III y al virrey de Egipto, Mohamed Said, empezó su construcción en 1859, para terminar en 1869. El canal, que es de libre tránsito por convenio internacional, fue nacionalizado por el presidente egipcio Nasser en 1956.