Las arrugas

   Arrugas. — Estos pliegues que tanto preocupan a la porción femenina del genero humano, pueden tener diversos orígenes, por lo que su tratamiento debe individualizarse en cada caso en particular.
   Existen en primer lugar, las arrugas superficiales que provienen de la habitual contracción de los músculos de la piel de la cara como sucede en las mujeres que tienen la costumbre de fruncir el entrecejo, de mirar de soslayo, de contraer los labios o de comprimirlos fuertemente uno contra otro. La mujer ceñuda habitualmente tiene arrugas horizontales a través de la frente; el mirar de soslayo causa líneas que nacen en la parte superior de las mejillas en forma convergente; también en las sienes se producen arrugas conocidas con el nombre de patas de gallo. En la mujer sonriente aparecen lineas en la piel que nacen en las comisuras de la boca; en cambio, en la melancólica las lineas se dirigen hacia abajo cambiando toda la apariencia del rostro.

   En este tipo especifico de arrugas, la mujer no debe precipitarse hacia las cremas rejuvenecedoras, sobre todo si es joven. Lo que le corresponde hacer es combatirlas antes que nada con medidas generales: vida higiénica, sueno suficiente, descanso y reposo nervioso. Y lo más importante es tratar de suprimir la costumbre de fruncir los músculos de su cara y aplicarse por la noche alguna crema adecuada.
   Otra causa de las arrugas, sobre todo de las del rostro, se presenta en las mujeres obesas, cuando pierden unos cuantos kilos de peso. En este caso se absorbe la grasa acumulada debajo de la piel dejándola poco tensa por lo cual se arruga. Este tipo de arrugas son particularmente visibles en el cuello.
   Finalmente existen las arrugas propias de la edad o del envejecimiento que resultan de la degeneración de las fibras elásticas. La piel en sí misma carece de elasticidad y si la tiene es por las fibras elásticas que están en su profundidad. Cuando estas se pierden aparecen arrugas. En este caso se hace difícil el tratamiento. Sin embargo, hay un tipo de CREMA HORMONAL que, aplicada con perseverancia, previene la aparición de arrugas aunque difícilmente suprime las ya existentes. Además de la aplicación nocturna diaria de la crema señalada, se ha recomendado un procedimiento que consiste en limpiar todos los días bien la cara y el cuello con agua tibia y jabón; esto afloja la grasa excesiva de las glándulas existentes en la piel y facilita la circulación de la sangre. Después de secar la piel perfectamente, se aplica COLD CREAM en las manos para comenzar el siguiente masaje:

   1. — Con los dedos de ambas manos en el centro de la frente masajéese la piel, dirigiendo los dedos hacia las sienes y haciendo una ligera presión.
   2.— Colóquese las palmas de las manos sobre los pómulos y dese masaje, haciendo un leve movimiento rotatorio.
   3. — Tómese el mentón entre los dedos pulgar e índice y muévanse practicando un masaje a lo largo de la mandíbula hasta el 1óbulo de la oreja; este movimiento se efectúa en ambos lados de la cara.  
   4. — Suavícese la piel de la frente partiendo de la ceja hacia la línea del pelo y de una sien a la otra.
   5.—Pónganse los dedos de cada mano en la linea media de la cara debajo de la nariz; muévase cada mano, dirigiéndola hacia fuera a través de la cara hasta llegar delante de la oreja.

   Cada uno de estos movimientos debe realizarse 15 ó 20 veces de manera que todos ellos tomen un promedio de 10 minutos diarios. Después de efectuarlos tome una toalla humedecida en agua helada y aplíquese en la cara durante unos 15 minutos; después séquese y aplíquese la crema hormonal.