Minería

La minería es el arte de explotar en forma remunerativa los recursos minerales existentes en la corteza terrestre. La minería se divide en dos grandes ramas: la que se refiere a la explotación de yacimientos metalíferos y la que se especializa en la explotación de mantos de carbón. La producción de la primera es la mas importante, pero los me todos de explotación a que se recurre en las minas metalíferas varían muy poco de los que se emplean en las minas de carbón.

   Abundan los yacimientos de minerales en la corteza terrestre. Algunas veces se trata de metales que ocurren en estado nativo, pero con mayor frecuencia estos se encuentran combinados químicamente con otras sustancias. Dado que la cuantía y riqueza de tales depósitos minerales es sumamente variable, como también lo es la profundidad a que se encuentran, son varios los métodos que suelen seguirse para su explotación. Algunos expertos sugieren que se tomen en cuenta los siguientes factores, antes de decidir cual de los métodos conviene adoptar: (1) seguridad; (2) magnitud y forma del yacimiento del mineral; (3) ley (riqueza) del mineral; (4) porcentaje de "tepetate" o roca estéril que acompaña a este y (5) naturaleza de la roca de caja donde se encuentra el yacimiento que se trata de explotar.

En los tiempos actuales la minería esta considerada como una de las principales industrias básicas. Ha registrado grandes adelantos, gracias a que las operaciones se conducen ahora sobre bases científicas, tras de haberse convencido los propietarios de los fundos de los fracasos a que se exponen cuando la explotación se efectúa mas bien al azar que con apego a la ciencia. No tan solo se ha logrado reducir el número de accidentes en las minas, sino que ha disminuido considerablemente el desperdicio de la riqueza mineral. De las escuelas de minería establecidas en la mayoría de los países, salen anualmente muchos técnicos especializados en alguna de las tres fases esenciales de esta industrial reconocimiento o "prospección" que conduce al descubrimiento de las zonas mineralizadas; exploraciones preliminares para localizar con toda precisión los yacimientos, y planeamiento de los trabajos de extracción.

La explotación de todo yacimiento mineral cae dentro de una u otra de estas dos grandes clasificaciones: explotación en la superficie o explotación subterránea.