¿Quién fue el padre de la botánica moderna?

   Linneo, el hombre que clasificó la mayoría de las especies vegetales y sentó las bases de la ciencia llama­da botánica, nació en Suecia en 1707; era hijo de un pastor protes­tante, de quien heredó su afición por las plantas, a las que dedicaba muchos ratos libres durante su in­fancia. Más tarde estudió medicina, siempre sin olvidar su afición, y consiguió obtener una beca para realizar, a caballo, un viaje por Laponia, de donde no sólo trajo nu­merosas especies vegetales, sino que también realizó agudas obser­vaciones sobre las tribus que habi­taban la región. Cuando se doctoró en Medicina, en Holanda, pues en­tonces no era posible hacerlo en Suecia, ya había alcanzado celebri­dad como botánico. Viajó después, durante algún tiempo, por Europa hasta volver a su patria para ejercer como médico. Su obra más importante, Sistema de la naturaleza, alcanzó pronto gran fama. Linneo pensaba que el maravilloso mundo que tenía ante sí, sólo revelaba su verdadero ca­rácter y encanto a base de tiempo y atención. Por eso, con infinita pa­ciencia, dio nombre a las plantas, describiéndolas y relacionándolas entre sí. Decidió basar su método, sobre todo, en la observación de los distintos aparatos reproductores de las plantas, y, aunque hoy este sis­tema ha sido abandonado, la nueva nomenclatura en latín que introdu­jo, con un sustantivo para el género y un adjetivo para la especie, es hoy universalmente admitida. Los muchos méritos de Linneo le va­lieron un título de nobleza y, tras la parálisis que le llevó a la muerte en 1778, fue enterrado junto a los re­yes, en la catedral de Upsala.