¿Quién ostentaba el papel de médico dentro de la mitología griega?

   La mitología griega atribuye la pa­ternidad de Asclepio al dios Apolo, aunque existen diversas leyendas en torno a su nacimiento. Y también según la mitología, Apolo encargó al centauro Quirón que enseñara la medicina a Asclepio; y, al parecer, con muy buen resultado, pues el dios Plutón se indignó porque el Hades (el Infierno) se estaba quedando sin sus moradores, los difuntos, ya que Asclepio no se conformaba con apli­car sus saberes a los enfermos sino que se dedicaba a resucitar a muchos muertos. Plutón pidió y obtuvo de Zeus la eliminación de Asclepio por medio de un rayo divino. Pero As­clepio, al ser hijo de Apolo, fue divi­nizado. Se le tributó culto en nume­rosos templos, principalmente en Epidauro (Peloponeso), donde se creó la Escuela Médica de los Asclepíades, cuyo más ilustre represen­tante fue Hipócrates. El símbolo de Asclepio era un bastón con unas serpientes enrolladas. Como casi todos los demás perso­najes de la mitología griega, Asclepio pasó a la mitología romana, en la que se le llamó Esculapio. Después de una gran epidemia en el siglo III a.C., el culto a Esculapio se introdujo ofi­cialmente en Roma, edificándosele un templo en las afueras de la ciudad muy parecido al que tenía en la grie­ga Epidauro. Los sacerdotes de Esculapio ejercían de médicos y entre sus ritos destaca el sacrificio de un gallo blanco con cuya sangre preparaban brebajes, y los devotos agradecían las curaciones mediante ofrendas materiales o haciendo grabar inscripciones.
   Entre los procedimientos terapéuti­cos de Asclepio figuraba el uso me­dicinal de plantas. Otro método curativo era usar canciones, diversiones y un tipo de música apropiado al es­tado del paciente.