Moctezuma II (1466-1520)

   Motecuhzoma (Señor sañudo, apesadumbrado) Xocoyotzin (el joven), hijo del rey Axayácatl. Noveno mo­narca de los aztecas o mexicanos, electo en 1502, a la muerte de su tío Ahuízotl. Tenía 36 años cuando subió al trono.

   Antes de ser rey era muy temido y respetado por su ánimo invencible y su gran devoción a los dioses, principalmente a Huitzilopochtli, dios de la guerra. Como rey fue jefe supremo político, religioso y militar de la confederación azteca o náhuatl, cuya fuerza había veni­do aumentando y que alcanza con Moctezu­ma II su máximo poder, pues conquistó a casi todos los reinos vecinos. Su territorio se ex­tendía, en diversas zonas, desde las costas del Pacífico hasta el Atlántico.

   Era hombre grave y solemne, generoso y jus­ticiero, y excelente guerrero. Su gobierno ra­dicaba en Tenochtitlán, la cap. de la confedera­ción azteca (que después de la conquista de los españoles se convirtió en la ciudad de México). Su lujoso palacio tenía más de 100 habitaciones y abundantes patios, jardines y estanques. El historiador Juan de Torquemada recoge la versión de que había en él 3.000 mujeres, entre señoras, criadas y esclavas.

   Moctezuma era muy religioso; estaba rodea­do de sacerdotes y hechiceros que interpre­taban agüeros y anunciaban el porvenir. Se sabe que siempre le preocupó la predicción de que su reino se acabaría porque por el rumbo por donde había desaparecido el dios Quetzalcóatl (el oriente) llegarían hombres blancos y barbados a apoderarse del imperio. A esto se debió la manera indecisa en que se portó cuando llegó Cortés con su ejército de aventureros.

   Entre la sumisión que los españoles exigían a Moctezuma y el espíritu de resistencia con­tra los invasores, que empezó a aparecer en­tre los aztecas, la situación del monarca era muy difícil. Al fin lo capturan los españoles y lo obligan a vivir con ellos para aprovechar su autoridad con el objeto de apaciguar a los rebeldes, pero éstos, viendo al emperador cau­tivo, no obedecían ya sus órdenes, y hasta lo desconocieron proclamando monarca a su her­mano Cuitláhuac, jefe del ejército. No sirvien­do ya Moctezuma a los planes de los conquis­tadores, éstos, según una versión, lo apuñala­ron a fines de junio de 1520, o, según otra, murió lapidado por su propio pueblo.