El espectáculo del Iguazú


   Las cataratas del Iguazú están consideradas como uno de los espec­táculos más bellos y grandiosos del mun­do. Por encontrarse en una región de di­fícil acceso, en los límites de la Argentina y el Brasil, durante mucho tiempo fueron poco conocidas. La magnitud de las cata­ratas del Iguazú es tal, que ni siquiera ahora, que disponemos de mejores medios de comunicación y de transporte, es posi­ble su completa descripción.
   El río Iguazú nace en el Brasil y corre tranquilamente para confluir con el río Pa­raná. Poco antes de la confluencia, el Igua­zú parece desplomarse en un enorme anfi­teatro de 4 kilómetros de anchura y una altura media de 72 metros.
   Por su altura, extensión y volumen, las caídas de agua del Iguazú superan a las ca­taratas del Niágara. Pero lo que es indes­criptible y maravilloso es la variedad del espectáculo. Se han contado cerca de 375 saltos de agua, que a veces se juntan y cambian constantemente en las diferentes estaciones del año. Además, el paisaje en pleno trópico, con vegetación de selva vir­gen, es una verdadera maravilla de luz y de combinación de colores.
   El salto más notable del lado argentino es el Brazo San Martín. El Salto Unión está precisamente en los límites de Brasil y Argentina.