El árbol de teca


   La madera de teca o teka es una de las más finas entre todas las conocidas; se obtiene del árbol de la India del mismo nombre, que ha de te­ner, por lo menos, 100 años de edad para que su madera pueda ser utilizada. Estos árboles crecen muy rápidamente y forman grupos diseminados en­tre una densa vegetación de árboles de otras espe­cies, mucho más grandes que ellos. Cuando se han desarrollado totalmente, pueden llegar a medir 40 metros de altura, con un tronco recto que se ra­mifica por encima de los 20. El corazón o duramen produce tablones de gran longitud, pero no siempre de madera sólida. La teca que vegeta en terrenos menos poblados crece más lentamente, pero produce madera más densa y sólida, de mucho mejor calidad.

   La teca es árbol de hoja caduca, es decir, de hojas que caen periódicamente. Éstas son anchas y ásperas, de 30 a 60 centímetros de longitud; sus flores son blan­cas y forman panículos en las ramas más altas; su fruto parece una nuez de cascara dura, con cuatro .semillas en su interior que tardan mucho en germi­nar. Los frutos son ligeros, fácilmente arrastrados por los ríos y por el agua de las lluvias torrencia­les; ésta es la causa de que en los bosques donde dichos árboles crecen, haya pocos renuevos. Sin em­bargo, con algún cuidado y protección, se cultiva fácilmente. La teca crece mejor en terrenos ricos en hume­dad, a orillas de los arroyos; no se corta el árbol sino cuando su tronco tiene por lo menos de 2 a 2 metros y medio de circunferencia y aproximadamen­te 200 años de edad. Primero, se le hace una inci­sión circular que abarca la corteza y la madera blanda o albura, y se le deja en tal estado durante dos o tres años, hasta que se seca suficientemente para poder flotar y ser fácilmente transportado por los cursos de agua hasta el puerto de embarque. La madera verde es demasiado pesada para flotar.

   Un aceite resinoso que contiene la madera le da una fragancia aromática, especialmente cuando está verde, y le proporciona duración extraordinaria; el aceite también la protege contra los insectos y hon­gos, y evita la oxidación del hierro que se pone en contacto con ella. No se encorva ni se raja cuando se seca; se ha encontrado madera de teca, en las vigas de edificios antiguos, que apenas ha sufrido cambio alguno con el transcurso del tiempo; en ca­vernas de la India, se han hallado trozos de esta madera en perfecto estado de conservación que tie­nen más de 2 000 años. La teca es la mejor de todas las maderas para la construcción de barcos. Como no es muy dura, se labra fácilmente, tiene buen bri­llo y es de color pardo do­rado, que se obscurece más con el tiempo; por ello, re­sulta una de las maderas más finas para la ebaniste­ría y la construcción.

   La teca es originaria del Asia sudoriental: India, Birmania, Siam, Java y Sumatra, y también crece en las Islas Filipinas y en otros países tropicales. Se envía algo a Europa, prin­cipalmente desde Birmania, pero la mayor parte de la madera de este árbol se utiliza en el Lejano Oriente.

El nombre científico del árbol de la teca es Tectona grandis, especie que corresponde a la familia de las verbenáceas.