¿En qué afecta la carencia de vitaminas a la piel?

   Para mante­ner la salud y por lo tanto la belleza de la piel es esencial una nutrición equilibrada, la cual pue­de obtenerse sin necesidad de re­currir a dietas especiales excepto en el caso de determinadas enfer­medades cutáneas, como sucede en la alergia.

   He aquí en resumen los efectos perjudiciales que la falta de cier­tas vitaminas ejerce sobre la piel: la deficiencia de vitamina A, es responsable de que la piel se torne seca, áspera y más oscura que normalmente; ciertas zonas de la misma se arrugan tomando el aspecto permanente de la piel de gallina, alteración que aparece sobre todo en los brazos, codos y muslos, pero que gradualmente se diseminan hasta alcanzar las pier­nas, el abdomen, las nalgas y el cuello.

La deficiencia de las vitaminas que componen el complejo B, conduce a prurito y enrojecimiento de los ojos, descamación y enro­jecimiento de los labios, agrieta­miento de los ángulos de la boca y presencia de escamas aceitosas en la nariz y los oídos; la falta de niacina o vitamina B3, un miembro del complejo B, produce la inflama­ción de la piel con enrojecimiento de la misma, especialmente en los lugares expuestos a la luz; en muchas ocasiones, la piel excesi­vamente grasosa con la consiguien­te formación de barros se mejora con la administración de la vita­mina B6, lo que parece indicar que la falta de la misma puede ser uno de los factores responsa­bles para este trastorno cutáneo. La deficiencia de ácido pantoténico, otro elemento del complejo B, puede ser un factor en el desa­rrollo de la canicie y el inositol parece estar en relación con el crecimiento del pelo, pero estas acciones de las dos vitaminas no han sido todavía confirmadas.

   La biotina o vitamina H, previene la aparición del salpullido escamoso de la piel y parece que retrasa el desarrollo del cáncer cutáneo. El ácido para-aminobenzóico está ad­quiriendo creciente importancia como una cura para la canicie, aunque tampoco ha podido demos­trarse científicamente este efecto.

La falta de vitamina C ocasiona hemorragias de las encías, e hin­chazón de las articulaciones; en la piel aparecen manchas rojizas so­bre todo alrededor de la raíz del pelo y del vello y se observa la abertura exagerada de los poros, especialmente en la piel de las piernas, muslos y otros lugares del cuerpo en donde se ejerce una compresión más o menos cons­tante.

La falta de vitamina D, defor­ma las articulaciones y acelera la aparición de caries dentales. La vitamina E, acelera la reparación de la piel en las heridas de la misma.

Ante alguno de los síntomas descritos, no es la aplicación local de la vitamina que falta lo que resolverá la situación. Es nece­sario ingerir alimentos o medica­mentos que la contengan para ele­var dentro del organismo el nivel de la misma.