¿Cómo funciona un pozo artesiano?


   El término artesiano deriva de Artois, antigua pro­vincia de Francia en la cual fueron muy numerosos, en la Edad Media, los pozos de este tipo.
Se obtienen introduciendo una sonda en la tierra hasta una capa acuífera muy pro­funda, a condición de que ésta se encuen­tre aislada entre dos capas de terreno impermeable dispuestas en forma de cu­beta. La capa acuífera es alimentada por aguas de infiltración procedentes de te­rrenos lejanos y lo suficientemente elevados. Por ejemplo, los pozos artesianos que han sido abiertos en la región de París al­canzan una capa acuífera que aflora en la Champaña. Si se perfora hasta la cubeta en un nivel más bajo de aquel en que la capa es ali­mentada, entra en acción el principio de los vasos comunicantes: el agua tiende a elevarse hasta este último nivel. Los pozos artesianos fueron conocidos desde la antigüedad, de manera especial en Siria y Egipto. En el Sahara, en muchos oasis, existen numerosos pozos artesianos. Los pozos artesianos solucionan muchos problemas de regadío y de abastecimiento de aguas a zonas que superficialmente ca­recen de ella. A menudo, puede aprove­charse la presión del agua que emerge del pozo para llevarla hacia lugares distantes, por terrenos cuya pendiente exigiría, en condiciones normales, algún sistema im­pulsor.
   Otro tipo de pozo es el que se produce cuando una sonda provoca un chorro es­pontáneo de petróleo. Lo que lo hace brotar a la superficie es la presión de los gases presentes en el yacimiento.