Hongos

   Los hongos que crecen en los bosques, o los que se venden en los mercados; las levaduras que se emplean para que las tortas se leuden, o para preparar ron y cerveza; los mohos que cambian el color del pan y la fruta, son hongos con los que todos estamos familiarizados. Otros son menos conocidos, pero resultan igualmente importantes. Una gran cantidad es beneficiosa para la humanidad. La penicilina, por ejemplo, que proviene de un pequeño hongo azul verdo­so, llamado Penicillium, ha salvado incontables vidas y aliviado mucho sufrimiento. Otros hon­gos son nocivos para los seres humanos, para nuestros cultivos y para otros productos. De ahí que el ramo de la botánica que estudia los hongos sea de particular interés: se llama micología y proviene del griego mykes, que signi­fica hongo, y logos, que significa razón o cien­cia. Los especialistas en este campo reciben el nombre de micólogos.
   Hasta hace algunos años a los hongos se les consideraba como miembros del reino vegetal, pero actualmente tienen su propio reino, llamado Fungi, que abarca a los mohos, las levaduras y las setas.