Tomar una siesta ayuda a nuestra memoria

  Pocas personas duermen las siete a nueve horas reco­mendadas, y muchos de los que tienen tiempo para una siesta no la toman porque temen que les es­pante el sueño al acostarse. Pero in­vestigadores del Colegio Médico Weill de la Universidad Cornell afir­man que tomar una siesta no hace que sea más difícil dormir de noche y puede aguzar el entendimiento. Los investigadores asignaron tareas de memoria y razonamiento a 32 adultos durante un periodo de cua­tro días. Al tercer día, se les pidió que intentaran tomar una siesta entre las 2 y 4 de la tarde. Los si­guientes cuatro días no tomaron siesta, pero hicieron los exámenes. El día de la siesta y el siguiente, hi­cieron mejor sus tareas; y dormitar un poco en el día tampoco tuvo efectos en la cantidad ni calidad del sueño nocturno. "Uno tiene la nece­sidad biológica de dormir ciertas horas. Si puede dormir en el día, lo necesita", afirma el doctor Thomas Roth, especialista en trastornos del sueño del Hospital Henry Ford. No todos podemos tomar una siesta diario. Por suerte, tomarla en el fin de semana también ayuda, agregan los investigadores.