Un perro puede oler fácilmente entre 10.000 y 100.000 veces mejor que el humano promedio. Los caninos tienen 300 millones de receptores olfativos, en comparación con nuestros escuálidos seis millones. Además, la parte del cerebro dedicada al olfato es 40 veces mayor en los perros que en los humanos.
La nariz de un perro también funciona de manera diferente a la nariz humana. Mientras que las personas inhalan y exhalan de la misma manera, los caninos inhalan a través de sus fosas nasales y exhalan a través de las aberturas que se encuentran a los lados de la nariz. Este sistema hace circular el aire de modo que el animal siempre está trayendo nuevos olores. Las razas como el sabueso también tienen la ventaja de tener orejas flexibles que producen nuevos olores.
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