La calidad de un filme no depende únicamente del interés de la acción o de la calidad de los intérpretes. La espontaneidad de un dialogo bien adaptado a las situaciones contribuye también al éxito.
Algunos espectadores eligen los filmes que desean ver por el director o por los artistas que figuran en el reparto: a menudo salen decepcionados. Otros prefieren escoger una película por el dialoguista: sea cual fuere el guión no quedaran descontentos. Los dialoguistas son especialistas del lenguaje hablado. Se identifican con los personajes y construyen su texto reloj en mano, para que no exista ningún tiempo muerto entre los diálogos. Los mejores autores teatrales escriben excelentes diálogos; sin embargo, a veces son superados por los dialoguistas profesionales, ya que estos se especializan en diferentes géneros: habla aristocrática, lenguaje popular, términos cultos, etc.