Cuando la gasolina costaba una fracción de dólar por galón, muchas personas tenían automóviles grandes que consumían enormes cantidades de combustible. A algunas personas les gustaba la sensación de un coche grande en la carretera. Otros pensaban que los coches grandes eran más cómodos y lujosos.
Cuando el precio de la gasolina aumentó repentinamente en los años 70, la gente empezó a llamar a los coches grandes "devoradores de gasolina". Los coches pequeños se volvieron más económicos y prácticos. Pronto hubo menos coches grandes en las autopistas.
El kilometraje (o millaje) de la gasolina es el número de kilómetros que viaja un automóvil por cada litro de gasolina que usa el motor. La segunda ley del movimiento explica por qué un automóvil grande usa más combustible que uno pequeño. Se necesita más energía para mover un automóvil con una masa de 1.000 kg que para mover uno con una masa de 800 kg.
La gasolina se consume mucho más rápido en los autos más grandes. Es un combustible que se fabrica a partir del petróleo. Tiene sentido conservar los recursos petroleros. Además, los gases de escape de la gasolina causan contaminación del aire. Conducir un auto con mejor kilometraje de gasolina beneficia la calidad del aire.
Se están haciendo esfuerzos para desarrollar automóviles que utilicen otros tipos de combustible, como el etanol y la energía solar. Los recursos para estos combustibles son renovables. Por ejemplo, la fibra vegetal se utiliza para fabricar etanol adecuado para motores de automóviles. Los coches solares son prácticos en las zonas más expuestas al sol.
Actualmente los coches híbridos y los totalmente eléctricos están ganando terreno para librarnos totalmente del consumo de los combustibles fósiles.
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