La ablutofobia es un tipo de fobia caracterizada por situaciones de miedo irracional relacionadas con el lavado o el baño.
Las personas que padecen este trastorno experimentan una alta sensación de ansiedad y malestar cuando van a bañarse o realizan cualquier acción relacionada con la autolimpieza.
Es un trastorno bien documentado que, aunque afecta a una minoría de la población, puede aparecer en cualquier persona.
La ansiedad y la incomodidad que produce el lavarse, hará que la persona elija siempre evitar los actos de baño y, cuando se encuentre ante ella, trate de escapar lo antes posible.
La persona que sufre esta alteración puede presentar enormes dificultades para adquirir un estado de higiene óptimo.
Como la mayoría de las fobias específicas, las técnicas de terapia cognitivo-conductual son frecuentemente parte de un plan de tratamiento para la ablutofobia.
Si la persona que sufre este trastorno está extremadamente ansiosa, su médico puede recetarle medicamentos o sugerirle hipnosis para ayudarle a mantener el miedo bajo control.
Su incidencia es mucho más frecuente entre el sexo femenino y especialmente entre los niños, aunque potencialmente cualquier persona de cualquier edad puede desarrollarla.
En el caso de los niños, es bastante común que presenten un cierto rechazo al lavado y sean reacios a bañarse.
No lavarse regularmente puede tener consecuencias negativas, como por ejemplo: Problemas en el trabajo o en la escuela y en sus relaciones personales. Aislamiento, que posiblemente lleve a fobia social o incluso agorafobia. Un mayor riesgo de desarrollar trastornos de la imagen corporal.
La ablutofobia es altamente tratable por profesionales capacitados, pero es casi imposible de superar por sí sola
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