El filatélico colecciona sellos de correos porque son bonitos y curiosos, y algunos de ellos poco frecuentes. Coleccionar sellos es un pasatiempo instructivo.
En la actualidad, el coleccionar sellos de correos, que en otros tiempos se consideró como una simple manía, se ha convertido en una verdadera ciencia. Los sellos de correos aparecieron en Inglaterra en el año 1840 y en España en 1850. A partir de esa época se han editado millones de ellos en el mundo entero. Los primeros tenían que cortarse con tijeras. Las series españolas reproducen grandes figuras de la Historia, las artes y las ciencias, lugares famosos, monumentos, etc.