Después de la explosión de una supernova, queda atrás un núcleo super denso. Si un núcleo como éste pesa más de tres veces lo que nuestro Sol, la atracción de su gravedad es tan grande, que nada, ni aún la luz, puede escapar. Todo lo que pase cerca de un hoyo negro como éste, también es arrastrado irresistiblemente hacia él.