Un avión que vuela más rápido que la velocidad del sonido —1.224 km/h— es supersónico. El primer avión que rompió la barrera del sonido voló en 1947, y en 1976 el Concorde se convirtió en el primer avión de pasajeros supersónico. El Concorde, diseñado por ingenieros británicos y franceses, dejó de volar en 2003.