El llamado "País de Gales", aunque no es más que una porción del archipiélago británico, ocupa una península montañosa al oeste de Inglaterra, en donde las brumas y la lluvia son casi constantes.
Hace más de seis siglos que el rey de Inglaterra, Eduardo I, se posesionó de Gales. A su primogénito le dio el título de príncipe de Gales, lo que se convirtió en una tradición, así como en España se le llamaba príncipe de Asturias al heredero del trono.
El actual príncipe de Gales es Carlos, hijo de la reina Isabel II de Inglaterra. El más famoso de todos ellos, en la época moderna, ha sido Eduardo, quien renunció a la corona para poder casarse con una mujer divorciada que no era de la aristocracia.
Gales es importante por los ricos mantos carboníferos que tiene cerca de sus costas en el sur. En Swansea y otros lugares, millares de galeses trabajan en las minas y en grandes y modernas fundiciones.
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