Venus se encuentra cubierto siempre por gruesas nubes. Hasta la llegada de la sonda espacial rusa, Venera 10, en 1975, nadie había visto su superficie. Las nubes de Venus no se encuentran formadas por vapor de agua. Por el contrario, están formadas por ácido sulfúrico concentrado. La gruesa atmósfera se compone principalmente de bióxido de carbono. Las nubes y la atmósfera actúan como el vidrio de un invernadero, atrapando el calor del Sol. La temperatura superficial llega a más de 450 grados C. Venus es el más caliente de todos los planetas. Su diámetro es de 12.104 kilómetros, casi igual al de la Tierra. Órbita al Sol una vez cada 225 días terrestres. Pero, a diferencia de los otros planetas, gira alrededor de su eje de este a oeste y muy lentamente —una vez cada 243 días terrestres.