El vuelo a motor en realidad comenzó con William Henson y John Stringfellow siguiendo los principios de Cayley. Tanto Henson como Stringfellow diseñaron una especie de carruaje de vapor aéreo en 1842. Muchas de sus ideas eran prácticas, pero también muy adelantadas a su tiempo — aún no había ningún motor que fuera lo suficientemente ligero y poderoso al mismo tiempo para impulsar un aeroplano.
En 1848, Stringfellow, trabajando solo, construyó un modelo de 10 pies (3 metros) de largo con un ala de murciélago. Tenía un motor que pesaba menos de 9 libras y dos hélices. El aparato realizó algunos vuelos cortos y sostenidos, alcanzando unos 40 metros. Fue sólo un modelo, pero se puede decir que fue el primer vuelo real impulsado por motor.