La próxima vez que vayas de compras y termines con un bolsillo lleno de cambio no te quejes demasiado, podría ser peor.
Si fuera el año 1644 y estuvieras en Suecia recibirías a menudo la moneda más grande del mundo como cambio.
Debido a la escasez de plata Suecia produjo placas de cobre como dinero, enormes monedas rectangulares de 10 daler (dólares suecos) que medían 30 cm x 60 cm ¡y pesaban alrededor de 9 kilogramos!
Hace unos años la Casa de moneda canadiense acuñó una única moneda de oro puro de unos 50 cm de diámetro, 100 kg de peso y valor nominal de un millón de dólares canadienses. Si bien esta moneda de oro es más grande y pesada, la gran diferencia con las antiguas monedas suecas, es que éstas últimas sí estuvieron en circulación, y no fueron creadas por razones conmemorativas o simbólicas.