Los antiguos egipcios y griegos, y los indios americanos, a veces masticaban las hojas del árbol de sauce y de otras plantas para aliviar el dolor. Pero nadie sabía por qué estas plantas ayudaban a luchar contra el dolor hasta el siglo diecinueve, cuando los científicos encontraron que estas plantas contenían sustancias para aliviar el dolor llamadas salicilatos.
Pero en su forma pura, estas sustancias hacen que la gente tenga náuseas. Así, en 1898, un químico alemán llamado Félix Hoffman encontró una manera de hacer un medicamento a base de salicilato que no molestara el estómago. Este nuevo fármaco se le llamó ácido acetilsalicílico, aunque hoy en día se le conoce mejor con el nombre de "aspirina".
En un principio, la aspirina se vendía únicamente por prescripción, y se servía en forma de polvo. Las tabletas de aspirina no aparecerían hasta 1915. Hoy en día, los estadounidenses toman alrededor de 30 mil millones de aspirinas al año - alrededor de 100 por persona - ¡y la aspirina es por mucho el medicamento más utilizado en el mundo!
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