¿Cómo funcionan las calculadoras?



La mayoría de las calculadoras se basan en circuitos integrados más comúnmente conocidos como chips. Los circuitos integrados contienen transistores que pueden encenderse y apagarse con electricidad para realizar cálculos matemáticos.

Los cálculos más básicos son suma, resta, multiplicación y división. Cuantos más transistores tenga un circuito integrado, más funciones matemáticas avanzadas podrá realizar. Las calculadoras científicas actuales, por ejemplo, pueden realizar cálculos matemáticos increíblemente avanzados.

Como todos los demás dispositivos electrónicos, las calculadoras funcionan procesando la información en forma binaria. Estamos acostumbrados a pensar en números en nuestro sistema normal de base, en el que hay diez dígitos con los que trabajar: 0, 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8 y 9. El sistema de números binarios es un sistema de base-dos, lo que significa que sólo hay dos dígitos con los que trabajar: 0 y 1. Por lo tanto, cuando se introducen números en una calculadora, el circuito integrado convierte esos números en cadenas binarias de 0s y 1s.

Los circuitos integrados utilizan entonces esas cadenas de ceros y unos para encender y apagar los transistores con electricidad para realizar los cálculos deseados. Dado que sólo hay dos opciones en un sistema binario (0 o 1), éstas pueden representarse fácilmente encendiendo y apagando los transistores, ya que el encendido y apagado representan fácilmente las opciones binarias (encendido = 0 y apagado = 1 o viceversa).

Una vez que se ha completado un cálculo, la respuesta en forma binaria se convierte de nuevo a nuestro sistema normal de base y se muestra en la pantalla de la calculadora. La mayoría de las pantallas de las calculadoras utilizan tecnologías económicas comunes en la actualidad, como las pantallas de cristal líquido (LCD) o los diodos emisores de luz (LED).

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