Una articulación es la parte movible entre dos huesos. Los huesos están cubiertos en su punto de unión por una solida capa de tejido, llamada cartílago. Los huesos se mantienen unidos por bandas de tejido muy resistentes, los ligamentos mismos que evitan que la articulación se estire demasiado. Existen dos tipos principales de articulación: las articulaciones en bisagra y las articulaciones esféricas. Las articulaciones en bisagra solo se pueden mover hacia adelante y atrás en la misma dirección (como la articulación de un dedo), mientras la esférica se mueve en todas direcciones.
Una articulación en bisagra solo necesita para moverse dos músculos, que tiran de ella en sentidos opuestos. Por ejemplo, el codo se flexiona por medio del músculo de la parte anterior del brazo, el bíceps; cuando este se contrae, tira del antebrazo hacia arriba. Por otra parte, se extiende el codo por medio de un músculo que se encuentra en la parte posterior del brazo, el tríceps. Las articulaciones esféricas necesitan cuatro o más músculos que tiren del hueso móvil.