Los pilotos de la aviación comercial especializados en realizar vuelos en las zonas de alta montaña, en las que las condiciones meteorológicas dificultan a menudo el despegue y el aterrizaje, son los pilotos de alta montaña.
Los vuelos en las zonas de alta montaña nacieron cuando, para poder aterrizar y despegar en parajes nevados o helados, se sustituyeron las ruedas de los aviones por esquís. Gracias a esta ocurrencia, la montaña se ha hecho más accesible a los turistas, a los alpinistas y a los esquiadores. Existen pequeñas compañías de aviación, o bien pilotos independientes, que aseguran las comunicaciones, el turismo y el transporte de mercancías en estas zonas. En general, para socorrer a los enfermos, a los heridos o a los accidentados, se prefiere el helicóptero al avión, ya que aquél es más manejable. Los pilotos de alta montaña, aunque disponen de un material muy perfeccionado, han de enfrentarse con las dificultades que supone el relieve, el frío, la nieve, el hielo y la niebla.