El agua de la orina contiene productos residuales que deben ser eliminados para evitar que envenenen a nuestro cuerpo. Entre ellas se incluyen la sal y la urea, que es incolora, y una sustancia amarilla que proviene de la bilis del hígado. Esta sustancia hace que la orina sea amarilla.
El volumen de sangre que se filtra por los riñones cada 24 horas, para extraer agua y productos de desecho, es de aproximadamente 180 litros. ¡Esto es igual a medio litro cada cinco minutos! Afortunadamente, nos libramos de pasar la vida en el baño por que el 99% del líquido filtrado regresa al torrente sanguíneo en los riñones. Conforme se reabsorbe el agua, el líquido que sobra se llena cada vez más de productos residuales. Cuando llega a la cámara colectora y los uréteres, ya es lo que llamamos orina.