El milagro era un tipo de representación muy corriente en la Edad Media. Tenía por asunto la vida ejemplar de algún santo. Ocasionalmente se refería a algunos aspectos de la vida o de la pasión de Cristo y llega a incluir pasajes instructivos de la Biblia. Eran composiciones, por lo general, breves, sencillas y directas en las intenciones. El milagro alcanzó gran difusión en Europa porque la Iglesia estimuló su desarrollo y popularidad, a pesar de que el asunto no siempre constituía materia aceptada oficialmente como de fe.
Los milagros que alcanzaron más popularidad en Europa eran los que se referían a los hechos maravillosos en que participaba la Vir^ gen María. Se basaban casi siempre en las leyendas marianas. Las colecciones más conocidas de estos milagros fueron la Legenda Áurea, de Jacobo de Vorágine; el Speculum Historíale, de Vicente Bovais, y Les Miracles de la Sainte Vierge, de Gautier de Coincy.
Famosos son en la literatura española los Milagros de Nuestra Señora, de Gonzalo de Berceo.