Un laboratorio, por definición, es un lugar donde se trabaja o labora. Actualmente, se entiende más bien como oficina o taller donde se hacen trabajos técnicos o de investigación del tipo científico.
En los colegios superiores, los laboratorios son cada día más necesarios, por la importancia creciente de los estudios técnicos. Hay laboratorios de química, de física, de biología y de ramas especiales, como la bacteriología.
En la industria los laboratorios son indispensables para buscar y ensayar nuevos métodos de producción.
Durante mucho tiempo las investigaciones científicas se hacían sin método y con instrumentos muy imperfectos. Un laboratorio antiguo, en la época de los alquimistas, era un lugar obscuro y misterioso, con aparatos extraños, principalmente frascos, retortas y hornillos. La verdadera ciencia experimental comenzó en el siglo XIX, y uno de sus principales instrumentos de trabajo fue el microscopio.
Muchos grandes investigadores, como Luis Pasteur o los esposos Pedro y María Curie, trabajaron en laboratorios privados. Y seguramente todavía hay sabios que hacen importantes experimentos sin contar más que con sus propios recursos. Pero los laboratorios modernos, con todo el equipo y el personal necesarios para hacer investigaciones de importancia, como las de la energía nuclear, requieren instalaciones que sólo pueden sostener los gobiernos.