En los tenebrosos antros subterráneos excavados por el agua en los terrenos cársicos, se desarrolla la vida de numerosos seres desconocidos durante mucho tiempo y que sólo hace unos cien años que empezaron a ser estudiados. Parece imposible que en las profundas grutas cársicas, en las hendeduras de la roca, en las misteriosas vías trazadas por las aguas subterráneas, puedan darse las condiciones necesarias como para que se desarrolle la vida animal. Y, sin embargo, las especies de seres vivos descubiertas son muy numerosas.
Se trata, en general, de animalillos de reducidas dimensiones, que por causa de la oscuridad absoluta han perdido la pigmentación de la piel y son de un blanco lechoso e incluso transparentes.
Dada la carencia de vegetales en su ambiente, dichos animalillos son casi todos carnívoros o bien se alimentan de las sustancias orgánicas en descomposición que llegan hasta ellos con las aguas procedentes de la superficie.