En su sentido restringido y habitual, el término selva virgen denomina a la gran selva ecuatorial. Su aspecto impenetrable y exuberante nos haría pensar que es eterna, sin embargo, es muy vulnerable y fácil de penetrar. Su reconstitución después de ser talada por el hombre, pasa por una fase de vegetación secundaria inextricable, antes de volver, después de decenas o centenas de años, al estado de selva primitiva, todo se encuentra a la vista y en circulación, de ahí su engañoso aspecto de exuberancia; si es talada con fines de cultivo, sólo queda un suelo pobre para la agricultura, el cual se degrada rápidamente. Es por esto que las culturas locales frecuentemente queman la selva (roza) restituyendo al suelo los nutrientes de la vegetación primaria. Durante años se ha devastado este recurso natural, sólo para obtener cosechas mediocres.