La Torre del Oro de Sevilla se alza en la margen izquierda del Guadalquivir. Fue construida en 1120 por el gobernador de la ciudad, Cid-Abu-el-Ola; formaba parte de las edificaciones de defensa del Alcázar. Debe su nombre al curioso revestimiento de azulejos dorados que cubría sus paredes y que, en contacto con los rayos solares, le daba el aspecto de aquel metal. La torre consta de tres cuerpos; el que corona el edificio es de construcción muy posterior. Su planta es un dodecágono y los dos cuerpos inferiores terminan en un antepecho de almenas cuadrangulares. No sólo constituye un baluarte avanzado, sino también una perfecta defensa del puerto. En tiempo del rey Pedro I el Cruel fue testigo de sus desmanes y venganzas, y en ella se guardaron los tesoros de dicho monarca.
La Torre del Oro
La Torre del Oro de Sevilla se alza en la margen izquierda del Guadalquivir. Fue construida en 1120 por el gobernador de la ciudad, Cid-Abu-el-Ola; formaba parte de las edificaciones de defensa del Alcázar. Debe su nombre al curioso revestimiento de azulejos dorados que cubría sus paredes y que, en contacto con los rayos solares, le daba el aspecto de aquel metal. La torre consta de tres cuerpos; el que corona el edificio es de construcción muy posterior. Su planta es un dodecágono y los dos cuerpos inferiores terminan en un antepecho de almenas cuadrangulares. No sólo constituye un baluarte avanzado, sino también una perfecta defensa del puerto. En tiempo del rey Pedro I el Cruel fue testigo de sus desmanes y venganzas, y en ella se guardaron los tesoros de dicho monarca.