El templo de Miyajima, pequeña isla del archipiélago japonés, disfruta de gran celebridad. Construido hacia el año 811, está dedicado a las tres hijas de una de las divinidades del sintoísmo y edificado sobre las aguas del mar; su "torii" se eleva a algunos centenares de metros de la costa. Pintado de un vivo color rojizo anaranjado, su silueta destaca en el azul de las aguas. Con ocasión de las fiestas anuales del templo, sus sacerdotes, que visten hábitos del mismo color, entre rojo y naranja, bailan el "bugaku" sobre una plataforma que tiene por telón de fondo la estructura del "torii". Es un espectáculo que atrae a curiosos y turistas. La singular arquitectura del "torii" evoca los rasgos de la escritura japonesa.
El "torii" de Miyajima
El templo de Miyajima, pequeña isla del archipiélago japonés, disfruta de gran celebridad. Construido hacia el año 811, está dedicado a las tres hijas de una de las divinidades del sintoísmo y edificado sobre las aguas del mar; su "torii" se eleva a algunos centenares de metros de la costa. Pintado de un vivo color rojizo anaranjado, su silueta destaca en el azul de las aguas. Con ocasión de las fiestas anuales del templo, sus sacerdotes, que visten hábitos del mismo color, entre rojo y naranja, bailan el "bugaku" sobre una plataforma que tiene por telón de fondo la estructura del "torii". Es un espectáculo que atrae a curiosos y turistas. La singular arquitectura del "torii" evoca los rasgos de la escritura japonesa.