Los exploradores han emprendido sus viajes por diferentes razones: a algunos sólo los movió la curiosidad; otros querían descubrir caminos más accesibles a lugares determinados, como la India o las Islas de las Especias.
Algunos exploradores eran misioneros; otros querían ayudar a construir grandes imperios; muchas veces eran hombres de ciencia que querían hacer nuevos descubrimientos; también se cuentan los buscadores de grandes riquezas, y los que simplemente amaban la aventura. La exploración de regiones desconocidas del mundo y del espacio nunca han sido una empresa fácil, y los exploradores sufren grandes penalidades; muchos han muerto sin poder regresar a dar cuenta de sus descubrimientos.