En el césped de los jardines, el torniquete hidráulico, como dice el poeta:
Al extremo de sus largos brazos, locos de regar constantemente,
dos pájaros irisados se persiguen en ronda...
Los surtidores de agua que salen del torniquete empujan los tubos en sentido inverso a su chorro, e imprimen un movimiento de rotación al sistema. Como los cohetes, el torniquete hidráulico es un aparato a reacción. En un principio sirvió en los laboratorios de física para demostrar el fenómeno de la reacción producida por el flujo de los líquidos.